GASTRONOMÍA
La relevancia de los productos marineros en la gastronomía de Estepona se hace visible en los numerosos platos que son preparados actualmente en la restauración y que están basados en los pescados y mariscos de la costa.
El espeto de sardinas, los boquerones fritos, las lubinas y doradas al horno, algunas salazones o el pulpo son los protagonistas de muchas cartas de restaurantes y bares. En la playa situada a levante, se organizan distintas moragas, en las que destacan los espetos de sardinas. El ayuntamiento impulsa moragas solidarias, colaborando con asociaciones sin ánimo de lucro y con distintos objetos sociales.
En las cocinas domésticas y en los fogones de los restaurantes esteponeros se cocinan platos tradicionales marineros como: arroz con pulpo, arroz a la banda, crema de pescado con bogavante, arroz a la marinera con almejas, cazuela de raya o rape, cazón a la marinera, el “en blanco” o el caldero con papas y pescado, en el que el rubio es la especie más frecuente.
La difusión de este patrimonio se persigue mediante iniciativas como la edición de recetarios por parte de asociaciones vinculadas con la pesca, ferias gastronómicas, o rutas y talleres de gastronomía dirigidos a la población residente y a los turistas a lo largo de todo el año.
En el puerto es una referencia el restaurante La Escollera, abierto desde 1940. Se sitúa a espaldas de la lonja, bajo el faro y junto a los cuartos de armadores, convirtiéndose en un lugar de encuentro de los pescadores, pero también los visitantes pueden disfrutar de una terraza desde el que disfrutar del horizonte marino del Mediterráneo. Destaca la calidad de su oferta gastronómica de tradición pesquera, con una carta basada en los pescados de la zona; en sus paredes cuelgan fotografías antiguas del puerto de la Rada, así como imágenes de pescadores y artes de pesca tradicionales.
En el periodo estival se debe degustar el volaor. Desde el mes de julio el recinto portuario, y especialmente la explanada de la escollera situada frente a las casetas de armadores, quedan inundados por los tenderetes en los que se realicen los tendidos de volaores para que sean secados por la brisa marina. Todo el entorno se impregna del olor a pescado curado, a sal y a mar, y del incesante bullicio y deambular de pescadores y familiares que artesanalmente avían el volaor. Tanto turistas como esteponeros pueden degustar esta salazón en su paseo por el recinto portuario, adquiriéndolo a los propios pescadores y disfrutando su carne seca de gran calidad gracias a su cuidada elaboración.
Atlas del Patrimonio Cultural en los Puertos de Interés Pesquero de Andalucía
Consejería de Fomento y Vivienda. Agencia Pública de Puertos de Andalucía
Proyectos de I+D+i 2013-2015.
Dinamización de los enclaves pesqueros del Sistema Portuario Andaluz.