OTRAS ACTIVIDADES MARÍTIMAS
Desde su construcción en la década de los sesenta del pasado siglo, el puerto de Estepona ha tenido un marcado e innovador carácter deportivo que se sumaba a las actividades productivas pesqueras. Se crea por entonces el Club Náutico de Estepona a iniciativa de un grupo de vecinos que se iniciaban en la pesca deportiva.
El Club se constituye en los años sesenta como asociación e inaugura sus instalaciones en 1968. En esta línea y hasta la actualidad ha acogido a una numerosa flota deportiva y esto ha sido consecuencia de la relevante importancia que el sector turístico ha tenido en las bases económicas de la localidad y que ha impulsado el desarrollo de actividades de ocio y recreo vinculadas al mar. De este modo, la pesca deportiva que motivó la creación del Club Náutico es una actividad muy presente en el recinto portuario junto con una escuela de vela del propio club, muy consolidada desde hace décadas, y otras actividades más recientes, como la motonáutica o la vela de crucero.
Actualmente los pantalanes que existen en el recinto portuario están dedicados al amarre de esta flota recreativa y en su entorno las instalaciones tienen como usos funcionales prioritarios el sector terciario vinculado al turismo. Así, son bares, restaurantes y tiendas de distintas clases las que ejercen su actividad en este entorno.
De la actividad conservera apenas se mantiene la memoria, a pesar de que Estepona era la única localidad de la provincia marítima de Málaga, junto al importante centro conservero de la capital, que mantuvo una producción durante la primera mitad del siglo XX. La actividad se desarrolló en torno a empresas como la Conservera de Hoyos, Rodríguez González o Crespo, en las que la mayor parte de la estiba corría a cargo de mujeres. Como en otros lugares, se trataba de producciones en salazón y aceite de especies pelágicas -particularmente la denominada sardina arenca- que estimularon la creación de una flota de cerco de mayores dimensiones.
En la costa de Estepona tiene su actividad la empresa acuícola Frutos de Neptuno, gestionada por un empresario holandés. Está dedicada al cultivo y cría ecológicos de vieiras, zamburiñas y volandeiras, con seis trabajadores.
También se caló una almadraba de pequeñas dimensiones del revés, al Sur de la localidad, en Punta Chullera, a finales de los años ochenta. No tuvo continuidad por las fuertes corrientes propias de la zona y porque este arte capturaba bonitos y melvas en una época en que ya la producción almadrabera se destinaba al comercio de atún rojo al fresco para el mercado japonés.
Atlas del Patrimonio Cultural en los Puertos de Interés Pesquero de Andalucía
Consejería de Fomento y Vivienda. Agencia Pública de Puertos de Andalucía
Proyectos de I+D+i 2013-2015.
Dinamización de los enclaves pesqueros del Sistema Portuario Andaluz.