OTROS HITOS VINCULADOS A LA PESCA
En el municipio de Barbate existe un sinnúmero de huellas de su historia marítimo-pesquera. El entorno de la plaza del Faro –donde se sitúa un pequeño faro estándar de 1980- concentra varias de ellas. Aquí se situaba el antiguo faro que avisaba de los roquedos de la Albufera. También se ha erigido el Monumento al Atún (2013), escultura en bronce realizada por Pedro L. Barberá de grandes dimensiones, que marca los lugares históricamente relacionados con la industria del atún y las almadrabas. Ya en el recinto portuario, un monolito recuerda el hundimiento del Joven Alonso, desaparecido con sus 39 tripulantes frente a cabo Espartel en 1960, la tragedia más hondamente impresa en la memoria local, que fue rememorada con diversos actos en su 50 aniversario. Así mismo podemos encontrar en sus inmediaciones uno de los antiguos marcos de la almadraba, que se usaban para el posicionamiento de esta pesquería –otro ejemplar de este elemento subsiste en Zahara de los Atunes, en las proximidades de las ruinas de su real.
El espacio urbano que mejor conserva testimonios del pasado pesquero de Barbate es sin duda El Chinar, en el entorno del puerto viejo. Allí destaca sobremanera el edificio, rehabilitado en 2011 e inscrito en el Catálogo General del Patrimonio Histórico de Andalucía (2001), de la antigua lonja de pescado (1943), obra del arquitecto Casto Fernández-Shaw. Su diseño reproduce el perfil de un barco con distintos elementos formales que recrean el mundo náutico, lo que hizo que se convirtiera en icono del empuje industrial y comercial de la localidad. Se abandonó en 1968, al trasladarse toda la actividad industrial de pesca al nuevo puerto. Cabe destacar que este inmueble está inscrito en el Catálogo General de Patrimonio Histórico de Andalucía (2001), con carácter genérico, al formar parte de la Arquitectura del Movimiento Moderno (DOCOMOMO). En la actualidad, se utiliza como espacio multiusos para distintas actividades públicas, y se ha convertido en el lugar de celebración de la Feria del Atún (mayo), lo que ha dotado de un nuevo ambiente a todo el entorno. En los viejos muelles del puerto fluvial también pueden apreciarse las embarcaciones de las almadrabas fondeadas entre septiembre y marzo, como si de una exposición al aire libre se tratase. En la ribera derecha del río, subsisten edificaciones de instalaciones almadraberas que hoy corresponden a la almadraba que se cala en Zahara de los Atunes: almacenes, alquitranadero, secaderos y viviendas de los “higuereños”, marineros que todavía vienen a pasar la temporada, entre marzo y junio, desde el poniente onubense. Estas instalaciones se emplazan junto a la que fue la antigua fábrica de atunes de El Chinar, foco de industrialización del atún en la zona, de modo que constituyen un legado de la industria pesquera.
A la espalda de este conjunto de instalaciones y en el frente costero se sitúa, en un estado ruinoso, la edificación privada de Serafín Romeu, Conde de Barbate, que se levantó en la primera década del siglo XX. Es el denominado “chalé”, desde cuya planta superior se establecía comunicación visual con las lanchas de la almadraba para conocer la cantidad de atunes que habría que trabajar en La Chanca.
En la margen izquierda, en el núcleo denominado San Paulino, y donde también habitaron almadraberos de temporada entre finales del s. XIX y principios del XX, se sitúan talleres de carpintería de las lanchas de la almadraba. A sus espaldas quedan los restos de las antiguas salinas, de donde se extraía la sal para las salazones de la poderosa industria local. Desde El Chinar, y en paralelo al río, todavía se pueden observar las naves de algunas de las fábricas de conserva ya desmanteladas. Por último, subsisten un varadero y un taller de carpintería de ribera, como testigos de lo que fue el esplendor del puerto de Barbate.
Como muestra de la intensa labor benefactora de Serafín Romeu –confundida con sus propios intereses industriales y políticos- (colegios, instalaciones para conducción de aguas y electricidad, construcción del puerto fluvial, pósito de pescadores, cementerios de Barbate y Zahara) puede valer el colegio Nuestra Señora del Carmen (1920), que mantiene su aspecto macizo y sobrio, en la avenida del Río Barbate. Al otro lado de este eje viario del Barbate de la primera mitad de siglo, se sitúa un grupo de casas que suponen un perfecto exponente de la arquitectura vernácula marinera a principios del siglo XX: viviendas adosadas de una crujía, con escasos vanos y cubierta de tejas sobre vigas de madera, que se sitúan en la Calle de La Oliva.
El Ayuntamiento es una buena muestra del empuje estatal para apoyar este núcleo industrial pesquero en los años cincuenta. Fernández-Shaw vuelve a ser su creador, aunque con un estilo neoclásico monumental. En el vestíbulo resaltan las escaleras de acceso y las vidrieras con temas pesqueros, bastante desubicados, al recoger la labor de mujeres vendiendo pescado, más propia de otras latitudes. Si nos adentramos por el casco urbano, en dirección al nuevo puerto (Suroeste), podemos ver distintos grupos de viviendas promovidos por el Instituto Nacional de la Vivienda y el ayuntamiento. Las denominadas “casas de los patrones” o casas baratas se corresponden al original diseño de la Barriada Marqués de Walterra (finales de los años 40), a base de viviendas unifamiliares con un perfil regionalista, con patio interior y arcos de medio punto, situadas en la Avenida de Andalucía; en la calle Rodríguez de Valcárcel, se sitúa otro grupo de viviendas de los primeros cincuenta destinadas a la marinería, con patios comunes (las casas ultrabaratas). Desde los años sesenta en adelante, se siguieron financiando viviendas, ya en forma de bloques de pisos, para los marineros.
Vestigios de la red de torres de avistamiento que se comunicaban mediante señales de humo ante las frecuentes incursiones y expediciones militares que acechaban la costa desde el siglo XVI siguen en pie: la Torre del Tajo, que corona el acantilado o “tajo” que le da nombre (s. XVI), la Torre de Meca (1820), más al Oeste, y la Torre de Trafalgar (s. XVI), en pésimo estado de conservación, rematando el monumento natural del tómbolo de Trafalgar. Estas torres fueron reconocidas como Bien de Interés Cultural en 1985. La sillería de la torre almenara de Trafalgar fue usada para la construcción del faro, en 1860; posteriormente, en 1930, se remodeló para reforzar su estructura mediante contrafuertes que crean un plástico efecto de claroscuros. Desde 1936 su alcance es de cuarenta millas y hasta hace pocos años el farero ha vivido con su familia en la casa adosada. Este punto, el promontorio de Trafalgar, es reconocido por dar nombre a la célebre batalla naval entre las escuadras inglesa y franco-española a principios del siglo XIX. Con motivo de su bicentenario (2005), se instalaron en este espacio una serie de paneles explicativos de la batalla. Allí acuden visitantes a disfrutar de una extraordinaria imagen del océano y la playa de Zahora, especialmente al ocaso. Sin embargo, siguen desatendidos los restos arqueológicos situados en el mismo promontorio relacionados con la industria de salazones –e incluso un posible vivero de peces- de época romana.
Si nos dirigimos hacia el Este, en la pedanía de Zahara de los Atunes, subsisten las ruinas del castillo de Zahara o “palacio”, erigido por los Duques de Medina Sidonia en el s. XVI para asegurar la defensa de los pescadores, posibilitar la residencia de los duques en sus visitas a la almadraba y, sobre todo, como edificio industrial de almacenamiento y preparación del atún pescado en la playa de Zahara (almacenes, chanca, pilas de salazón, carnicería, patios, etc.). Está reconocido como Bien de Interés Cultural y como Lugar de Interés Etnológico y Monumento en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz (2004). En el antiguo salero de la chanca se edificó la iglesia del Carmen (1906).
Atlas del Patrimonio Cultural en los Puertos de Interés Pesquero de Andalucía
Consejería de Fomento y Vivienda. Agencia Pública de Puertos de Andalucía
Proyectos de I+D+i 2013-2015.
Dinamización de los enclaves pesqueros del Sistema Portuario Andaluz.