PESQUERÍAS
El panorama pesquero actual de Ayamonte guarda poca relación con su historia, pues las pesquerías pelágicas de sardinas y atunes relacionadas con la industria conservera y salazonera han desaparecido.
En la actualidad sobreviven el arrastre y un número creciente de barcos artesanales que combinan distintas técnicas de pesca como el trasmallo, el palangrillo, el rastro remolcado, la draga hidráulica o los cangilones (alcatruces) y nasas para el pulpo. A ellos se une una marrajera.
La flota arrastrera se fue asentando sobre todo en las décadas centrales del siglo XX, ampliando el catálogo de productos pesqueros. En los años setenta, el cierre de las industrias conserveras, la subida de los costos de la mano de obra y los problemas pesqueros con Portugal y de acceso a los caladeros de Marruecos llevaron al progresivo desmantelamiento de la flota de traíñas, que había sustituido a los galeones, y dio comienzo también al declive de la flota de arrastre, que ha disminuido significativamente en las últimas décadas.
Han sido las familias de Punta del Moral las que han conseguido invertir en nuevos y modernos barcos de arrastre, aprovechando las ayudas europeas de los años noventa. La mayoría de éstas pescan en el Golfo de Cádiz, aunque hay varias con licencia para pescar en aguas portuguesas. La gamba, el cangrejo moruno y la cigala son las especies más valiosas, y las más abundantes el lenguado, la acedía, la pijota o la pescada.
Una creciente y diversa pesquería artesanal y marisquera se ha ido asentando en este puerto, basada en el aprovechamiento de la riqueza de un medio dominando por rías y esteros en la desembocadura del Guadiana. Hasta los años 70, tanto el marisqueo como la pesca artesanal eran actividades complementarias de subsistencia, realizada en los meses de invierno cuando disminuía la actividad pesquera y conservera. Aproximadamente una veintena de embarcaciones van al trasmallo y al pulpo, en distintos caladeros del Golfo de Cádiz. La dinámica habitual de los pesqueros de enmalle es zarpar de madrugada, para calar al amanecer y obtener langostino, lenguados y acedías, muy valoradas comercialmente. Descargan sobre todo en Isla Cristina. La pesca del pulpo con cangilones se ha convertido en una alternativa importante, mientras que un número menor de embarcaciones calan palangres de fondo, palangrillos, para pescados diversos.
El marisqueo reúne a sectores social y económicamente muy distantes entre sí; por una parte, las familias que aprovechan playas y, en menor medida, esteros para el marisqueo a pie, como actividad de subsistencia y con útiles tradicionales (rastros a mano, azoletas...), desarrollando su actividad sobre todo en Canela. Se trata de una actividad en gran medida al margen del control administrativo. Por otra parte, nos encontramos con armadores que alternan técnicas artesanales de pesca con rastro remolcado, para la captura de chirla y coquina fundamentalmente, además de cuatro barcos que han instalados dragas hidráulicas para estas mismas especies, con un mayor grado de intensificación y especialización en sus faenas.
Atlas del Patrimonio Cultural en los Puertos de Interés Pesquero de Andalucía
Consejería de Fomento y Vivienda. Agencia Pública de Puertos de Andalucía
Proyectos de I+D+i 2013-2015.
Dinamización de los enclaves pesqueros del Sistema Portuario Andaluz.