PRESENTACIÓN
La localidad de Ayamonte, fronteriza con Portugal, se ubica en la ribera oriental de la desembocadura del Guadiana.
En la actualidad resulta difícil imaginar la importancia que la actividad pesquera ha tenido en este frente costero, que atrajo a población catalana, levantina y del Algarve portugués desde el siglo XVIII, reforzando la industria pesquera preexistente y dotando de riqueza cultural al frente costero del poniente onubense. Las modestas construcciones de pescadores (chozas, barracas y chancas para beneficiar la pesca) fueron destruidas por el maremoto de Lisboa en 1755, junto a centenares de personas y artes y pertrechos de pesca. Pero la historia pesquera ayamontina se reprodujo sobre las bases de la industria salazonera y conservera, en relación con la sardina y el atún fundamentalmente, como antaño. El impulso industrial desde finales del siglo XIX atrajo otras actividades de servicio como astilleros o fábricas de envases.
En los años veinte se ganó terreno al mar para alinear la ribera donde se instalaron los muelles y las infraestructuras ligadas a la industria pesquera. En 1941 se aprueba la construcción de un muelle embarcadero de más envergadura. Durante las dos décadas sucesivas, se reorganizó la zona sur, cerrándose el estero de la ribera, que se convirtió en zona de refugio para pesqueros, logrando esta denominación (“puerto de refugio”) en 1962. En 1996 se trasformó este refugio en una dársena recreativa, impulsando nuevos usos en este entorno portuario, con sus más de 300 atraques. Pero no sólo la actividad pesquera ha tenido importancia en el puerto. El trasiego de mineral, pasajeros y vehículos (éstos por su ubicación fronteriza) ha jugado un papel importante en su historia, entre mediados del siglo XIX y bien entrado el siglo XX. Actualmente se mantienen dos embarcaderos para el transporte de personas y una grúa se erige en el cantil del muelle a modo de monumento que recuerda algunas de aquellas funciones.
En Ayamonte, nos encontramos con un ejemplo de configuración urbana al calor de la expansión de la industria pesquera. Los almacenes y fábricas se fueron concentrando en las zonas conocidas como “Muelle Norte” y “Muelle de Poniente”, extendiéndose también hacia el sur en los años veinte, y construyéndose numerosos embarcaderos para las charangas. Al mismo tiempo, se levantaron grupos de viviendas para trabajadores, ya por la fórmula de brasiles financiadas por los industriales, ya mediante cooperativas obreras. En los últimos años, la pesca se ha convertido en una actividad de menor importancia, aunque permanece el foco social y económico de Punta del Moral animado por la flota de arrastre y la artesanal, con distintas estrategias. Las principales especies capturadas por la flota ayamontina son la gamba blanca, el pulpo roquero, la merluza, la cigala y la bacaladilla.
Atlas del Patrimonio Cultural en los Puertos de Interés Pesquero de Andalucía
Consejería de Fomento y Vivienda. Agencia Pública de Puertos de Andalucía
Proyectos de I+D+i 2013-2015.
Dinamización de los enclaves pesqueros del Sistema Portuario Andaluz.