GARRUCHA

LONJA

Antes de la existencia de un edificio para lonja, el pescado se vendía bajo el edificio del Pósito, y luego en la pescadería situada en los terrenos del actual edificio de la lonja.

Vista de la lonja

Vista de la lonja.

Descarga de capturas en el muelle de la lonja

Descarga de capturas en el muelle de la lonja.

Subasta de gamba roja

Subasta de gamba roja.

Colocando cajas de pescado en la cinta para la subasta

Colocando cajas de pescado en la cinta para la subasta.

Subasta en la lonja

Subasta en la lonja.

Imagen de la Virgen del Carmen en la galería superior de la lonja

Imagen de la Virgen del Carmen en la galería superior de la lonja.

Mosaico de la Virgen del Carmen en la lonja

Mosaico de la Virgen del Carmen en la lonja.

Cajas de pescado preparadas para ser subastadas

Cajas de pescado preparadas para ser subastadas.

<
>

La playa se llenaba de capachos de esparto donde se transportaban las agujas, atunes gordos y jureletes, que posteriormente se llevaban a los secaderos a la intemperie ubicados detrás del cementerio y en la recta de “La Gurulla”. Éste pescado secado al sol se llevaba a los almacenes que se distribuían por todo el Malecón, o se utilizaba como alimento para las bestias del campo (guano). Entonces, eran los arrieros quienes compraban el pescado en subasta a viva voz en las orilla de la playa del “Pósito”.

La actual edificación de la lonja quedó inaugurada en 1995, y se remodeló en profundidad en 2004. Sorprende por su altura, recibiendo una luz cenital gracias a una cubierta metálica que la corona. Los compradores se alojan en gradas desde donde pueden activar sus mandos electrónicos con los que paran la subasta a la baja para indicar el lote y el precio que estiman conveniente. Desde esa ubicación, además, pueden contemplar el imponente azulejo de mosaico de la pared interior de la lonja, en la que la Virgen del Carmen se eleva sobre una estampa de la playa de Garrucha de ayer y de la silueta urbana, en una clara referencia a la tradición marinera local. Su autor, el artista local Clemente Gerez, la concluyó en 1999 después de recolectar y pegar manualmente pequeñas teselas de distintos colores y materiales (losas, tejas, azulejos) hasta cubrir los 24 m2 de la obra.

La mera contemplación de esta obra ya se convierte en un atractivo para visitar el espacio, mientras se produce, cada tarde, la subasta de la gamba roja. Uno de los actos más llamativos de la misma es el sorteo en el que participan los armadores que ofrecen su producto para tomar su posición en la subasta. Por todo ello es habitual la presencia de visitantes y turistas en esta lonja, una de las más abiertas del Mediterráneo andaluz. La galería superior, donde están las dependencias de la cofradía, permite una visión en perspectiva del paisaje de la lonja, y nos vuelve a enfrentar tanto al mosaico como a una pequeña imagen de la Virgen del Carmen, omnipresente en todo este espacio portuario.

Económicamente, la lonja se nutre principalmente de gamba roja (más del 60% de su facturación), aportada por los barcos de arrastre, y que cuenta con una marca comercial impulsada desde la Cofradía de Pescadores, que gestiona la lonja. También las bacas aportan merluza, brótola y una buena parte de salmonete, sus especies comerciales más importantes. Además de los buques de Garrucha, en esta lonja suele operar la flota de Carboneras. Es una lonja en la que la mayor parte de las transacciones son controladas por grandes operadores, para su distribución en redes comerciales de amplio alcance.

Atlas del Patrimonio Cultural en los Puertos de Interés Pesquero de Andalucía

Agencia Pública de Puertos de Andalucía Universidad de Sevilla Unión Europea

Consejería de Fomento y Vivienda. Agencia Pública de Puertos de Andalucía

Proyectos de I+D+i 2013-2015.

Dinamización de los enclaves pesqueros del Sistema Portuario Andaluz.