GARRUCHA

REDES Y PERTRECHOS

El muelle de ribera de este puerto acoge el toldo de redes, que se convierte en el escenario perfecto para observar la estructura y composición de los artes de arrastre, así como las tareas de los rederos que cada día las remiendan y arman.

Preparando redes de arrastre

Preparando redes de arrastre.

Redero de arrastre

Redero de arrastre.

Carrete de arrastre

Carrete de arrastre.

Redes y pertrechos en el muelle

Redes y pertrechos en el muelle.

Redero en arrastrero de fondo

Redero en arrastrero de fondo.

Rederos preparando artes de arrastre

Rederos preparando artes de arrastre.

Cajones de palangre

Cajones de palangre.

Rederos en los cuartos de armadores

Rederos en los cuartos de armadores.

Redes de enmalle en el muelle

Redes de enmalle en el muelle.

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Los rederos constituyen una parte esencial del equipo que hace posible la faena pesquera. Van a la parte con los marineros, distribuyéndose los beneficios con la tripulación en función de las capturas. Destaca la labor de un redero joven, que aprendió el oficio de su padre y su abuelo, y que ya sirve de referencia a otros rederos de mayor edad. Sin libros ni manuales, este aprendizaje se realiza mediante la observación directa, la práctica y el ensayo para abordar los imprevistos que surgen cada día con las redes.

Cada patrón lleva las redes de una manera diferente, con cortes de paños distintos según sus hábitos y preferencias de pesca. El redero, a modo de sastre, escucha y diseña en función de las indicaciones aplicando una técnica de armado adaptada a las necesidades de cada embarcación. Esta tarea se ha aligerado bastante, no sólo por el cambio del material (de cáñamo y esparto a plástico poliuretano y nilón), sino porque si antes se remendaba toda la red, hoy se adquieren piezas ya hechas de fábrica que han de ser armadas y unidas.

Los artes de arrastre han ido ganando en eficiencia de captura con los años. De las primeras y pesadas rateras, “charlestones” e “italianos”, con redes de trenzas de esparto cocido se pasó a los artes “huelvanos”, perfeccionados en los cortes y en el diseño, con mallas de trenzas forradas de nilón de menor claro de malla. Tenían entre 40 y 90 metros de longitud, según el motor del barco. La revolución del arrastre llega en la década de los ochenta con el arte “francés”, más moderno y ligero, que junto a la gamba captura más pescado de fondo (como la pijota, bacalaílla, brótola) porque permite que la boca del arte se mantenga más abierta. En la actualidad se utiliza el arte “cuadrado”, una variedad del francés pero con dos piezas más de red, adaptándose a motores más potentes, de muy altos caballajes.

Acudir a los cuartos de armadores y a los muelles nos permite ver el trasiego de trabajo con las artes de enmalle (tanto fijas, los trasmallos para jibias y salmonetes, como móviles, las boniteras). También podemos apreciar los rastros, las nasas y algún palangre.

Atlas del Patrimonio Cultural en los Puertos de Interés Pesquero de Andalucía

Agencia Pública de Puertos de Andalucía Universidad de Sevilla Unión Europea

Consejería de Fomento y Vivienda. Agencia Pública de Puertos de Andalucía

Proyectos de I+D+i 2013-2015.

Dinamización de los enclaves pesqueros del Sistema Portuario Andaluz.