CALETA DE VÉLEZ

PESQUERÍAS

La flota pesquera de Caleta de Vélez es la más importante del litoral malagueño y se caracteriza por una importante variedad de modalidades.

Las traíñas parten a sus caladeros al atardecer y desembarcan sus capturas antes del mediodía.

Las traíñas necesitan una tripulación de entre 10 y 12 marineros para las faenas.

Traíñas en el muelle.

Mediante el cerco se captura sardina y boquerón principalmente.

Capturas preparadas para ser descargadas.

El arrastre es la segunda pesquería relevante.

Las principales especies comercializadas de la flota de arrastre son el pulpo, jurel y bacaladilla, aunque capturan también otras especies de fondo como cigalas, gambas...

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En primer lugar destacan las pesquerías de cerco y arrastre que se desplazan a caladeros próximos para la pesca al día. Mediante el cerco se captura sardina y boquerón principalmente. Las traíñas parten a sus caladeros al atardecer y desembarcan sus capturas antes del mediodía, necesitando una tripulación de entre 10 y 12 marineros para las faenas. El arrastre es la segunda pesquería relevante, siendo las principales especies comercializadas pulpo, jurel y bacaladilla, aunque capturan también otras especies de fondo como gambas, cigalas, besugos, merluza y salmonetes, entre otras. Con una tripulación de entre cuatro y seis personas, los arrastreros parten al amanecer para desembarcar por la tarde.

Podemos ilustrar a partir de Caleta el histórico conflicto que se dirimió entre los gremios de pescadores tradicionales de Málaga (jábegas y sardinales) y las parejas de arrastre durante el s. XIX, una vez que aparecieron en las costas malacitanas las primeras embarcaciones de estos artes, en los años sesenta del s. XVIII. La mayor productividad de las vacas, el no ser artes selectivos (“descasta los mares”, decía Sáñez Reguart a finales del s. XVIII) –especialmente para las crías- y la competencia territorial con los sistemas tradicionales fueron los motivos de esta pugna, que tuvo como resultado numerosas disposiciones de prohibición y permisos temporales. Desde el último tercio del siglo XIX se van imponiendo las parejas a vela, que van siendo sustituidas por las de vapor en las primeras décadas del s. XX, después de ser admitidas en Málaga en 1888 y de su aprobación definitiva en 1909. Rodríguez de Santamaría (1923) ofrece el dato de 35 vapores de arrastre en Málaga (más un número indeterminado de parejas a vela).

Sin embargo, subsisten pesquerías artesanales en este puerto. A las embarcaciones de artes menores se las conoce en Caleta como marisqueros, tanto las que utilizan las artes de enmalle como las de rastros y el alcatruz. Es una flota numerosa, pero con menor peso en el volumen de capturas y valor de comercialización. Realizan una pesca al día en caladeros muy próximos, partiendo al alba y regresando por la tarde. A lo largo del año pueden cambiar de artes para adaptarse a las capturas y a las condiciones de la mar. Las pescas con artes de red suelen calar los artes a prima (oscurecida) y levantarlos al alba. Con los trasmallos capturan sepias, salmonetes, lenguados, brecas, langosta o rayas entre otras especies y aprovechan las especies de paso como melva y bonito terminando el verano, con las melveras. Con los pucheros o alcatruces se capturan pulpos y con los rastros almejas, concha fina y coquinas.