REDES Y PERTRECHOS
Junto a las extensas redes de arrastre y de cerco de los arrastreros y traíñas, son destacables en el puerto de Fuengirola la variedad de artes de pesca de carácter artesanal, que sin necesitar una tecnología muy compleja, pueden capturar una gran variedad de especies, tanto peces, como crustáceos y moluscos.
Las artes de enmalle más significativas de las embarcaciones artesanales en este litoral son la solta y los trasmallos como la jibiera, salmonetera y langostera, en función de su especie objeto. Los pescadores alternan ambos tipos en función de la temporada y los fondos donde trabajar, por lo que es imprescindible tener un conocimiento exacto del comportamiento de las especies, en relación con el conocimiento de fondos, momentos del año e incidencia de los factores ambientales. La solta, arte de un solo paño, captura sobre todo el “pescado de aire”, en sus corridas: pargo, mero, besugo, dorada, herreras, etc. A diferencia de esta los trasmallos se componen de tres paños de malla de luz diferente y capturan especies que dependen de los fondos.
El pulpo es capturado tanto por nasas, con forma de cesta que son cebadas, y los pucheros o alcatruces, hoy mayoritariamente de plástico. Unas y otros se pueden apreciar apilados en los muelles, y están basados en la tendencia de este cefalópodo a buscar refugio.
Del mismo modo son muy vistosos los rastros que se apilan sobre el muelle y sugieren la importancia del marisqueo en Fuengirola. Según la especie que quieren capturar muestran determinadas variaciones. Los de mayor tamaño capturan especies como la viera, conocida en Fuengirola como peregrina, y la almeja de fondo o almeja blanca. Los de menor tamaño se han especializado en almejas y coquinas. Se diferencian por los dientes en forma rectangular, mientras que los rastros con dientes o púas cilíndricas de mayor tamaño se especializan en la pesca de corrucos, conchas finas y almeja chocha.
Es preciso, además, introducir una nota histórica para mencionar artes y pesquerías que ya no existen, pero que han constituido la historia de este litoral. Los pescadores de Fuengirola calaban en superficie el sardinal, cortando el paso de los cardúmenes de sardinas y boquerones con un movimiento perpendicular a la costa, provocando así la embestida del banco que solía divisarse por manchas en la superficie (pescas a la vista), tanto de día (“colores”) como de noche (“ardentía”). El sardinal tenía forma rectangular, con sus trallas de plomo y corcho para mantener su verticalidad.
Pero sin duda es el boliche el arte fuengiroleño por excelencia. Como arte de tiro desde la playa, se largaba en las barcas con un lance en forma de semicírculo para ser recogido por los jabegotes bolicheros que halaban de las betas auxiliándose de las trallas: pieza de lona que se colocaba en bandolera para facilitar la operación. El boliche era una jábega de menor tamaño (unos 50 metros de longitud), constituido por dos pernadas en paralelo hasta una bolsa central o copo, que recogía el pescado por la acción de arrastre. Tanto el sardinal como el boliche constituyen un referente de precisa ingeniería de los rederos o sotarraeces, pues cada parte del arte está precisamente diseñada –en cuanto al tamaño, al claro de las mallas, a sus formas de armado, al uso de pertrechos auxiliares para flotación y fondeo...– para responder a las exigencias de mareas, para adaptarse a los terrenos de pesca, para capturar las especies a que están dirigidos, etc.
Atlas del Patrimonio Cultural en los Puertos de Interés Pesquero de Andalucía
Consejería de Fomento y Vivienda. Agencia Pública de Puertos de Andalucía
Proyectos de I+D+i 2013-2015.
Dinamización de los enclaves pesqueros del Sistema Portuario Andaluz.