PRESENTACIÓN
El puerto de Marbella “La Bajadilla” se abre a las aguas mediterráneas del litoral malagueño con Sierra Blanca a sus espaldas. Este territorio ha sido lugar de asentamiento de diversos grupos humanos a lo largo de la historia y punto estratégico en el intercambio cultural y comercial con el exterior.
Así, fenicios y romanos impulsaron el comercio y las actividades vinculadas al mar. Este nexo es constatable en los restos arqueológicos encontrados en la villa romana de Río Verde con los famosos tintes de púrpura, obtenidos a partir de las secreciones de moluscos, o la producción de salazones y salsas con las que se comerciaba en la Antigüedad.
La relevancia como uno de los primeros asentamientos en el litoral andaluz y su carácter de enclave portuario se refleja en la cartografía moderna. Las primeras referencias pueden encontrarse en el plano de Wilem Janz de 1643 en el que la población de Marbella es ya señalada como fondeadero.
En fuentes cartográficas más recientes (1792) aparece un plano del proyecto de muelle para resguardo del fondeadero de Marbella. El proyecto, de Tomás Muñoz, contempla ya en el dique principal las escalas sobre el muelle. Más adelante, en documentos cartográficos del siglo XIX, se señalan edificaciones como almacenes y varaderos en dicho fondeadero, lo que subraya el carácter portuario del enclave. La actividad de carga de mineral se realizó junto al antiguo varadero natural de la Marina gracias a la instalación en el segundo cuarto del siglo XIX de dos importantes fábricas de fundición de hierro: La Concepción y El Ángel. Todavía se pueden apreciar los restos de un muelle de hierro a levante del puerto.
Pero no será hasta el siglo XX cuando se acometan las obras para la construcción del puerto de Marbella que se contempla hoy. Estas obras, iniciadas en 1955 y finalizadas en 1961, son reformadas en 1967 con la construcción de un nuevo dique principal, de mayor longitud y paralelo a la costa, que amplía la dársena de agua para atender a la demanda de calado de las embarcaciones. Con esta estructura se contempla la funcionalidad pesquera y la de recreo, lo que significará un punto de inflexión en los usos del puerto en relación con el empuje del sector turístico en la localidad. Así se inicia la construcción de edificaciones para invernada de embarcaciones de recreo en 1983 y se finaliza en el año 2000 la configuración de la infraestructura portuaria actual, en la que el espacio funcional deportivo tiene gran relevancia. De hecho, la gestión del puerto ha sido delegada a una empresa privada, Nas Marbella, que ha presentado un proyecto de ampliación del puerto, a la espera de ser aprobado.
En la actualidad, los usos deportivos y pesqueros ocupan espacios funcionales claramente delimitados, si bien podemos contemplar nasas, redes y diversos pertrechos de pesca, así como las embarcaciones pesqueras, próximos a los amarres de vistosas embarcaciones de recreo. A lo largo del muelle del dique principal se puede ver la flota pesquera que en su mayor parte está compuesta por embarcaciones de artes menores, destacando el rastro marisquero. Aunque en menor número, la presencia de embarcaciones de cerco y de arrastre es relevante por su importancia en las ventas de las capturas. La sardina y el pulpo son las especies principales de las subastas de la lonja marbellí.
Atlas del Patrimonio Cultural en los Puertos de Interés Pesquero de Andalucía
Consejería de Fomento y Vivienda. Agencia Pública de Puertos de Andalucía
Proyectos de I+D+i 2013-2015.
Dinamización de los enclaves pesqueros del Sistema Portuario Andaluz.