SOCIABILIDAD
Los paraleros, según cuentan los mayores, varaban las embarcaciones en la playa, deslizando las embarcaciones sobre los parales, grandes traviesas de madera, que se cebaban con grasa, para hacer deslizar sobre ellos las jábegas.
También eran los que despertaban a los pescadores para salir a faenar y ayudaban en las diferentes tareas del trajín de la mar. Aún hoy, en el puerto de La Atunara, los paraleros son los encargados de arreglar la gran cantidad de copos rotos de los rastros que, en la temporada alta de captura, se rompen a diario en las actividades de rastreo, las corridas. La mayoría de ellos son jubilados de la mar, que acumulan el conocimiento y la experiencia del arte de remendar y armar la red. Cuando no hay estos paralelos, son los miembros de la propia tripulación quienes se dedican a reparar las averías, a remendar los copos, a armar los rastros y a repasar las galgas o cuerdas.
También es frecuente observar en el muelle el aprovechamiento de especies no comerciales como la temblaera, un tipo de pez raya que emite descargas eléctricas. Los conocidos esperan el regreso de las embarcaciones para desenmallar las temblaeras y limpiarlas para llevarlas a casa.
Es así como la puesta a punto de los pertrechos y las embarcaciones y las tareas auxiliares en los muelles favorecen el encuentro de marineros y vecinos y vecinas para quienes el puerto continúa siendo un lugar clave en su vida social cotidiana.
Atlas del Patrimonio Cultural en los Puertos de Interés Pesquero de Andalucía
Consejería de Fomento y Vivienda. Agencia Pública de Puertos de Andalucía
Proyectos de I+D+i 2013-2015.
Dinamización de los enclaves pesqueros del Sistema Portuario Andaluz.