REDES Y PERTRECHOS
La diversidad y cantidad de artes de enmalle desplegados por todos los rincones del muelle pesquero reflejan el predominio de esta modalidad en este puerto artesanal.
A lo largo del cantil del muelle se disponen distintos contenedores donde se almacenan las redes, en función de la época de pesca. También nos podemos interesar por su confección, especie objeto y temporada en los cuartos de armadores, donde se trabajan los paños y se acumulan trallas, plomos, corchos y otros pertrechos. También podemos apreciarlos estibados en las popas de las embarcaciones cuando estén atracadas.
Cada embarcación maneja una gran cantidad de artes que se calan según la temporada y según las preferencias del patrón. Hay redes de un paño y trasmallos. Todas se diferencian por la luz de malla y el peralto (cada arte se caracteriza por un peralto que contiene un número definido de mallas, según el tamaño de su claro o luz), en función de las especies objeto.
El trasmallo se usa para el lenguado, el langostino y el choco, nominándose a cada uno de estos artes con el nombre de la especie a la que se dirige (a veces se utilizan trasmallos de invención propia, de mayor tamaño, con hilo de tripilla (tanza), cuyo vuelo y capacidad de embolsamiento (seno) al ser más ligero, permite incrementar su eficacia. El de trasmallo de langostino, tipo de arte ciego, es de los más característicos de esta flota, y se aprecia por su color blanco, al no estar tintados, y por tener un peralto menor del habitual. La red de tripilla (monofilamento) se usa para la acedía (también se denomina red de acedía) y la pijota, y tiene un solo paño. La red de corvina, con hilos tintados, ofreciendo un tono oscuro, también es característica de Chipiona: tiene un solo paño, de hilo grueso y malla clara, adaptada al importante tamaño de su especie objeto. El denominado arte claro se usa para el sargo y la corvinata. Para la captura de la corvina también se utiliza el palangre a media agua, aunque no está permitido en la reserva, arte de anzuelo con el que se capturan especies de fondo.
Algunos barcos usan palangre, que es alistado en las casetas de armadores, para las especies de roca. En grandes cestas de plástico –antiguamente capachos de mimbre o esparto- se introduce la madre, de la que penden las tripas, o brazoladas, cordeles con los anzuelos empatados. Los anzuelos son clavados en el borde de la cesta o sobre una cuerda de enea. Una vez en la mar, los anzuelos con cebados con la carnada. Mientras el barco navega a rumbo con poca marcha, se arría el primer gallo con su cabo correspondiente, a partir del cual se larga el aparejo.
Por último, hemos de mencionar los inmemoriales útiles que se emplean por los mariscadores a pie, en los corrales y sus inmediaciones: la fisga y el francajo, el cuchillo de marea, la tarraya, el pincho almejero, la camaronera o la morguera. Cada mariscador fabrica artesanalmente su aparejo a medida y según la experiencia que atesore. Las conversaciones entre ellos permiten ir introduciendo novedades, como los capachos de plástico (ya no son serones de mimbre) o los tipos de luz para mareas nocturnas.
Atlas del Patrimonio Cultural en los Puertos de Interés Pesquero de Andalucía
Consejería de Fomento y Vivienda. Agencia Pública de Puertos de Andalucía
Proyectos de I+D+i 2013-2015.
Dinamización de los enclaves pesqueros del Sistema Portuario Andaluz.