PESQUERÍAS
La flota de Chipiona se caracteriza por su carácter artesanal, con 60 embarcaciones que van en su mayoría a la red, combinándola, en alguno de los casos, con el palangre de fondo.
La pesquería del cerco y del arrastre nunca ha arraigado en Chipiona, donde actualmente únicamente hay un arrastrero registrado a puerto. La acedía y el langostino concentran la mayor parte de las ventas de la lonja, pero según la temporada, la flota artesanal combina diferentes artes de pesca con las que captura diversas especies en función de la temporada. Además de las mencionadas, galeras, corvinas, corvinatas, sargos, lenguados, doradas, pijotas, chocos, lisas y algún cazón.
Para ello hacen una pesca de día, en caladeros cercanos, una parte de los cuales se sitúan en la reserva de pesca de la desembocadura del Guadalquivir (2004), donde sólo están permitidos los artes de enmalle de los de este puerto. Los pescadores experimentados tienen en su memoria (y anotaciones) los nombres de las piedras y pecios (barcos naufragados) en cuyos veriles obtienen sus capturas: Picacho, La Canal, Los Ostiones, Juanpú, Parratalera, Los Pobres, Pedro Limón, Piedra del Sur, La Niebla, El Largo Borriquete, El Pico Pie(d)ra, Erizal...
Cuando escasea la pesca en las zonas próximas, los barcos se desplazan hacia el Sur, hasta Cádiz, o hacia Huelva, al Norte. Las maniobras habituales consisten en salir sobre las tres de la madrugada y regresar a puerto sobre las nueve, mientras van chorrando la red. La estrategia más frecuente es combinar distintos tipos de arte, en función de la temporada y la especie objeto.
La primavera es buena temporada para langostinos, corvinas, sargos doradas y chocos, que llegan a la costa a desovar. El verano es abundante en brecas, chovas, y también en langostinos y corvinas, capturadas con el palangre. En septiembre, mes malo para la venta, la flota aprovecha para arreglar las embarcaciones y los útiles de pesca. Al traer muchos días de mar de leva, se mezclan distintos tipos de capturas, como sargos, langostinos, acedías, pescadilla, pijotas y chocos. Si el agua está clara –las aguas en esta zona se tapan o enturbian por las crecidas del río-, otoño también es buena temporada para los chocos. Las aguas claras en el invierno son buenas para acedías y pijotas.
Una pesquería tradicional que se ha perdido es la del cazonal (para el pescado de cuero) que aprovechaba el arribazón de esta especie a la zona de la desembocadura. Los puestos para el calado de los artes se sorteaban. Como en otras costas, también se usó el boliche y la jábega, que han desaparecido. Juan Luis Naval, cronista de Chipiona, nos relataba que el dueño iba cantando a medida que se halaba el arte, con un ritmo acompasado, para que todos los marineros y vecinos que ayudaban, hiciesen la operación al mismo tiempo.
Atlas del Patrimonio Cultural en los Puertos de Interés Pesquero de Andalucía
Consejería de Fomento y Vivienda. Agencia Pública de Puertos de Andalucía
Proyectos de I+D+i 2013-2015.
Dinamización de los enclaves pesqueros del Sistema Portuario Andaluz.