LONJA
La lonja de Punta Umbría resulta singular por el perfil entrecortado de su edificio, alternando azules y blancos. Su interior alberga las instalaciones más modernas construidas en el litoral andaluz. Planificada su edificación tras el incendio de la antigua en 2004, la nueva lonja fue inaugurada en 2009, siendo diseñadas para poder acoger las diversas actividades propias de este equipamiento y contemplar nuevos usos como es el caso de la visitas de turistas a la subasta.
El edificio destaca por la diversidad y multifuncionalidad de sus espacios, con dos plantas en las que se han separado los flujos de personas y la descarga de pescado. La planta baja está dedicada a las tareas de manipulación directa del pescado, donde se encuentran la sala de subasta, los saladeros, las cámaras frigoríficas y el centro de expedición de moluscos, mientras que en la superior se disponen los espacios para las diversas actividades administrativas, gestión, actividades formativas o el mirador para el seguimiento de la subasta por parte de visitantes locales o turistas.
Comercialmente la lonja de Punta Umbría ocupa entre el tercer y el cuarto lugar dentro del conjunto de las lonjas andaluzas. Sus especies más representativas son la chirla, el boquerón y la sardina, que suponen casi el 90% de la facturación total. En meses de invierno, con la flota de cerco en parada biológica, la venta de la chirla alcanza el 88% de facturación. Una tercera parte de esta producción se comercializa por medio de un acuerdo de abastecimiento con una gran superficie comercial. La totalidad de la producción es etiquetada con las marcas comerciales “Chirla del Golfo de Cádiz” y “Chirlas de Andalucía”. Una parte de la producción de artes menores se vende con más frecuencia en Isla Cristina, donde alcanza un mejor precio. Por el contrario, son unos 190 buques los que comercializan sus capturas en esta lonja, por lo que atrae a buques de otras bases. A su vez superan la centena los compradores de esta lonja. Aunque prácticamente la totalidad de las ventas se facturan por mayoristas, siguen operando diversos comisionistas y minoristas.
La venta y subasta del pescado y marisco desembarcado en los muelles ha evolucionado ostensiblemente. La primera lonja que se construyó en Punta Umbría en los inicios de la actividad pesquera era una superficie rectangular con suelo de hormigón y cerrada con muro de una altura inferior a los dos metros donde se señalaban los sitios de los compradores y en parte protegida por un techo de chapa sustentado en altas columnas de hierro. Aún en las últimas décadas del pasado siglo era posible contemplar en la playa multitud de puestos de venta donde las mujeres de pescadores con sus cestos llenos de los pescados procedentes de las pateras de trasmallo los vendían directamente a veraneantes y turistas en lo que llamaban localmente “mercapatera”.
La lonja de Punta Umbría es gestionada por la Cofradía de pescadores con el trabajo directo de diez personas y a lo largo del día se efectúan tres subastas. La matutina se destina a la flota de cerco y a los trasmallos que van al langostino; a las cuatro de la tarde da inicio la venta de los richos que traen la chirla, y la última subasta, antes de las ocho, es para las embarcaciones de arrastre y los trasmallos.
Es particularmente interesante la subasta de la pesca de cerco por su vistosidad y la gran cantidad de pescado que invade toda la sala de venta. Contemplar esta subasta de la mañana nos introduce en la frenética actividad de alijo y clasificación de toneladas de pescado. La sala es inundada por el olor a mar y los reflejos y tornasoles del pescado azul recién capturado: sardinas, boquerones, jureles o caballas, a la par que las voces del personal de la lonja y los marineros con sus impermeables de color naranja intenso, los tonos de los mandos electrónicos de los compradores en la subasta o el rugir del trasteo sobre el suelo de toneles y cajas en movimiento. Entre el vocerío de los trabajadores y el estruendo de la estiba del pescado, se abren paso las conversaciones entre conocidos y tratantes. Estos encuentros entre tripulación, jubilados, familiares y curiosos se abren paso ante las puertas de acceso al recinto desde la ría.
Atlas del Patrimonio Cultural en los Puertos de Interés Pesquero de Andalucía
Consejería de Fomento y Vivienda. Agencia Pública de Puertos de Andalucía
Proyectos de I+D+i 2013-2015.
Dinamización de los enclaves pesqueros del Sistema Portuario Andaluz.