PUNTA UMBRÍA

OTRAS ACTIVIDADES MARÍTIMAS

La margen derecha de la ría de Punta Umbría es un espacio donde históricamente se ha combinado una gran diversidad de usos funcionales. Así, sus playas han sido varadero de embarcaciones pesqueras o de embarcaciones de transporte de mercancías al tiempo que los primeros veraneantes disfrutaban del baño en sus aguas.

La Canoa de Punta Umbría realiza rutas por el entorno

La Canoa de Punta Umbría realiza rutas por el entorno.

Pesca deportiva en la ría de Punta Umbría

Pesca deportiva en la ría de Punta Umbría.

Club Náutico de Punta Umbría

Club Náutico de Punta Umbría.

Salinas

La producción de sal es de obligada presencia en un entorno intermareal y marismeño como el de Punta Umbría.

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El origen de la localidad estuvo estrechamente vinculado a la colonia veraniega de salud que allí estableció la inglesa Compañía Minera Río Tinto para sus trabajadores y que fue el germen de la actividad turística que se desarrollaría vertiginosamente en las últimas décadas del siglo XX, para convertirse, junto a la actividad pesquera, en la base de la economía puntaumbrieña.

El transporte de mercancías y pasajeros desde los muelles de usos compartidos con embarcaciones pesqueras ha sido una actividad histórica de la zona, ya que hasta 1964 no existió vía que atravesara las marismas para unir Punta Umbría con el entorno de Huelva. El primer muelle de madera lo construyeron los ingleses para el transporte de sus veraneantes y el abastecimiento de mercancías, muelle que perdura en la memoria de los mayores como "muelle viejo" y que resistió hasta bien entrado el siglo XX.

También son muchos los nombres de las embarcaciones, vaporcitos, vapores de ruedas o canoas que siguen presente en las memorias de las gentes, en particular el nombre de Pascasio. Fue este empresario quien en los años treinta estableció la primera línea regular de canoas de pasajeros hasta Huelva. Las canoas eran embarcaciones de madera que sustituyeron a los vapores para el transporte de pasajeros. Su importancia fue tal que actualmente se mantiene una de estas embarcaciones, con un servicio turístico fundamentalmente, convertido en símbolo de identidad local.

Los muelles y orillas de la ría en los años treinta fueron lugares de actividad incesante, donde los galeones desembarcaban sardina y melva para las conserveras de Poniente –solo se ha registrado un fabriquín de salazón en el municipio- y los vaporcitos y canoas establecían las rutas fluviales de transporte de mercancías y personas. Las embarcaciones pesqueras, a la par que llevaban su carga a la lonja de Huelva, aprovechaban para embarcar pasajeros.

También resultan ya tradicionales las actividades deportivas y de ocio que ofrecía a los veraneantes el Real Club Marítimo y Tenis de Punta Umbría, genuinamente inglés, fundado en el año 1949 y ubicado en el extremo sur de la ría, en la llamada Punta de los Ingleses. Pescadores, familias inglesas, veraneantes en traje de baño o llegando con sus maletas en los vapores, veraneantes en pequeños veleros, y mujeres y niños de la localidad esperando las embarcaciones constituían una estampa habitual de este espacio.

La producción de sal es de obligada presencia en un entorno intermareal y marismeño como el de Punta Umbría. Esta producción ha tenido como eje las conocidas como Salinas del Astur, que desarrollaron su actividad entre los años veinte y setenta del pasado siglo. Su nombre hace referencia al origen de su concesionario original Antonio Sánchez Allende-Valledor. Con la llegada del nuevo siglo, aparecen nuevas actividades como la pesca en esteros, la educación ambiental y el turismo acuícola y ornitológico.

Aunque no ha habido ni empresarial ni laboralmente una vinculación importante entre Punta Umbría y las almadrabas, sí se calaron distintas almadrabas, en las dos primeras décadas del siglo XX, en este trecho de la costa onubense: Las Torres (o El Loro, como la conocía la gente almadrabera) frente a la torre del Loro, en Mazagón; Punta Umbría –antecedente de la de Nueva Umbría que se calaba en la flecha de El Rompido- y Nuestra Señora de La Cinta. Las almadrabas de El Loro y de la Cinta tenían el real en la isla de Saltés (La Cascajera), pero la producción de atunes se transportaba a las fábricas de Ayamonte e Isla Cristina, centro neurálgico de la industria conservera onubense. La proliferación de puestos almadraberos en la costa atlántica terminó con la instauración del Consorcio Nacional Almadrabero (1928-1971).

Al margen de la actividad pesquera, no queremos dejar de mencionar la heroica respuesta de mujeres de familias marineras puntaumbreñas que atravesaban la ría en botes y la marisma hacia la isla de Saltés para ofrecer ropa y alimentos (sobre todo pescado) a los presos republicanos que eran trasladados al campo de prisioneros que el régimen de Franco instaló en la Isla de Saltés en 1939. Fueron conocidas como las "madrinas", y su labor era conocida y consentida por los cargos militares. La ayuda de las madrinas dio paso, en ocasiones, a relaciones más duraderas cuando se levantó el campo y los sobrevivientes reingresaron en la vida social.

Atlas del Patrimonio Cultural en los Puertos de Interés Pesquero de Andalucía

Agencia Pública de Puertos de Andalucía Universidad de Sevilla Unión Europea

Consejería de Fomento y Vivienda. Agencia Pública de Puertos de Andalucía

Proyectos de I+D+i 2013-2015.

Dinamización de los enclaves pesqueros del Sistema Portuario Andaluz.