FIESTAS, RITUALES Y COSTUMBRES DE LA GENTE DEL MAR
Los pescadores celebran su gran fiesta, la procesión de la Virgen por el mar. El disparo de cohetes, el ulular de las sirenas de los barcos, los vivas a la Patrona, ponen emoción en todos. Algunos, en ese momento, tal vez recuerden las noches negras de la pesca en las que tuvieron que invocar la interseción de ella ante el fragor de la tormenta.
P. Aparicio Alcalá, Viaje por la Alpujarra Almeriense
Sabe esperar, aguarda que la marea fluya
-así en la costa un barco- sin que al partir te inquiete.
Todo el que aguarda sabe que la victoria es suya;
porque la vida es larga y el arte es un juguete.
Y si la vida es corta
y no llega la mar a tu galera,
aguarda sin partir y siempre espera,
que el arte es largo y, además, no importa.
Antonio Machado, Campos de Castilla, 1912
Dicen que en New Bedford los padres dan ballenas a sus hijas como dote, y colocan a sus sobrinas con unas pocas tortugas por cabeza. Hay que ir a New Bedford para ver una boda brillante, pues dicen que tienen depósitos de aceite en todas las casas, y a lo largo de todas las noches queman sin cesar velas de esperma de ballena.
[...] Bildad, como digo, se mostraba ahora activamente ocupado mirando por la proa el ancla que se acercaba, y de vez en cuando cantando lo que parecía una lúgubre estrofa de salmo para animar a los marineros en el cabrestante, que lanzaban en rugido una especie de coro sobre las muchachas de Booble Alley, y su buena voluntad. No obstante, no hacía tres días que Bildad les había advertido que no se consentirían canciones profanas a bordo del Pequod, sobre todo al levar anclas, y Caridad, su hermana, había puesto un pequeño ejemplar selecto de Watts en la litera de cada tripulante.
[...] El flaco Bildad, como piloto, mandó el primer cuarto de guardia, y de vez en cuando, mientras la vieja embarcación se zambullía profundamente en los verdes mares, enviando el hielo ateridor por encima de ella, y los vientos aullaban, y las jarcias vibraban, se oían sus firmes notas:
Tras las hinchadas aguas, bellos campos
revestidos están de verde vivo.
Tal vieron los judíos Canaán,
tras el Jordán que ante ellos discurría.
Nunca me sonaron tan dulcemente aquellas dulces palabras como entonces. Estaban llenas de esperanza y alegría. A pesar de la noche invernal en el rugiente Atlántico, a pesar de mis pies mojados y mi chaquetón aún más mojado, todavía me parecía que me estaban reservados muchos puertos placenteros, y prados y claros tan eternamente primaverales, que la hierba brotada en abril permanece intacta y sin hollar hasta el estío.
Herman Melville, Moby Dick, 1851
¿Qué les pasa a los hombres? ¿No queda ninguno que cante cuando está con los cabos? [...] ¿No hay ningún maldito golfo que cante durante la maniobra?
Joseph Konrad, La línea de sombra, 1916
Hace cuarenta años aún se podía escuchar, en boca de los marineros de Jersey y de Aurigny, el idioma marítimo clásico. Uno se hubiera creído en pena marina del siglo XVII. […] Este vocabulario marítimo de nuestros padres, casi totalmente renovado en la actualidad, aun se utilizaba en Guernesey hacia 1820.
[...] La noche que siguió a ese día iba a ser, a partir de las diez, una noche de luna. Sin embargo, por bueno que fuera el aspecto de la noche, del viento y del mar, ningún pescador tenía intención de salir de la Hougue la Perre, ni de […] ningún puerto o muelle de Guernesey. La razón era muy sencilla: el gallo había cantado mediodía. Cuando el gallo canta a una hora extraordinaria, no hay pesca.
Víctor Hugo, Los trabajadores del mar, 1866
Atlas del Patrimonio Cultural en los Puertos de Interés Pesquero de Andalucía
Consejería de Fomento y Vivienda. Agencia Pública de Puertos de Andalucía
Proyectos de I+D+i 2013-2015.
Dinamización de los enclaves pesqueros del Sistema Portuario Andaluz.